Por Jorge Garrappa Albani
Enrico Caviglia
Hace poco, en una de mis consuetas caminatas, al pasar frente a la “Residencia Ripamonti” descubrí a una joven pareja tratando de descifrar el contenido de la placa de bronce, opaca y sin brillo, agrapada al muro del ingreso principal.
Los chicos eran de una localidad vecina y les
llamo mucho la atención semejante hallazgo. Intentaban traducir -del italiano-
el contenido de ese escrito fundido en el metal.
Después de disculparme por mi imagen sudorosa,
les traduje el texto y les conté brevemente el histórico motivo de la presencia
de esa placa sobre el frente de la RR.
Los acompañe hasta la esquina del Museo Histórico
y allí nos despedimos amablemente.
De regreso a casa no pude dejar de pensar en
esa joven pareja que, viniendo de afuera, tuvo la curiosidad de saber sobre esa
placa fijada allí desde 1922.
Me pregunte también cuantos jóvenes y adultos
de esta ciudad ignoran su presencia y su historia. Fue entonces que me propuse
escribir sobre esta y, tal vez, otras placas de bronce que quedan, en los muros
de la ciudad, como mudos testigos de la historia y del sentido de la vida de
nuestros antepasados.
CON EL
FIN CRUENTO DE LA GUERRA
QUE DIO
A ITALIA LOS ANHELADOS CONFINES
LA
HISTORIA SEÑALA EL NOMBRE
DEL GENERAL
ENRICO CAVIGLIA
VENCEDOR
DE VITTORIO VENETO
EL 4
NOVIEMBRE 1918
EN ESTA
CASA HUESPED GRATO
EN
RECUERDO
FAUSTINO
RIPAMONTI
RAFAELA
22-23 MAYO 1922
Hubiese sido complicado para esos chicos, aun
pudiendo traducir el texto, comprender el profundo sentir de un pueblo -dolorido
que sacrifico a 600.000 jóvenes- por recuperar las tierras irredentas del Trentino,
Trieste, Istria y Dalmacia.
En ese bronce se condensan años de un
conflicto que, por sus dimensiones y dramatismo fue denominado por los italianos,
la “Gran Guerra”. En realidad, fue un capitulo muy importante de la Primera
Guerra Mundial 1914-1918.
La referencia al General Caviglia, vencedor
en Vittorio Veneto, tiene gran significación pues se trata de quien tuvo a su
cargo conducir el 8° Ejercito en la batalla que terminaría no solo la Guerra en
Italia sino la Primera Guerra Mundial.
Para comprender esto es necesario recorrer al
menos el último tramo de esta historia y recordar los acontecimientos que se sucedieron
hasta la rendición del imperio Austro-Húngaro y el posterior armisticio.
El 19 de Junio de 1918, el ejército italiano no solo detenía un
segundo ataque austriaco sino que lanzaba una exitosa contraofensiva envolvente
sobre el Montello y el Bajo Piave llamada “Batalla Defensiva”.
El Comando Supremo Italiano, en el orden de ese día,
escribió: "Cada soldado, defendiendo el Grappa, sintió que cada palmo del
monte era sacro para la Patria".
Retomada la iniciativa estratégica por Italia, el 24 Octubre
1918 –al cumplirse justo un año exacto de la dolorosa derrota italiana de Caporetto-
comenzaba la fase decisiva sobre el Monte Grappa, en la denominada “Batalla
Ofensiva”.
El 4° Ejercito -comandado por el General Gaetano Giardino-
con escasos medios, debía separar las masas austriacas apostadas en el Trentino
y en el Piave, alcanzar la línea Primolano – Arten - Feltre y aferrar en combate
a las reservas austriacas destacadas cerca de Belluno.
El éxito del 4° Ejercito permitiría que los Ejércitos 8° y 10° pudiesen
atravesar el río Piave en crecida y avanzar decididamente hacia Vittorio
Veneto.
El 29 de octubre el 4° Ejercito avanzaba en todos los
sectores e irrumpía como una avalancha sobre el enemigo arrollando toda
resistencia. Casi simultáneamente el 8° Ejército del General Enrico Caviglia,
obtenía la victoria decisiva en Vittorio Veneto y comenzaba la retirada masiva
de las fuerzas invasoras del territorio italiano.
Desde el 24 Octubre hasta el 3 Noviembre, el 4° Ejercito absorbió
el 70% de las pérdidas totales de aquella sangrienta batalla final. De ese
ejercito formo parte mi tío abuelo, el Caporale Mitragliere Felice Garrappa,
quien salvo su vida y me acompaño hasta su muerte, acaecida el 1 de marzo de
1969, en Rafaela.
El 3 de Noviembre de 1918, en Villa Giusti (Padova) Austria
firmaba el Armisticio y el 4 se suspendían las hostilidades.
Este resumen nos permite ubicar militarmente
al Mariscal de Italia Enrico Caviglia pero, por que vino a visitar Rafaela y se
alojo en la Casa Ripamonti en 1922…?
Caviglia, había adherido al
fascismo y gozaba de optima reputación en Italia y entre los italianos en el
exterior por la gloria obtenida en la Grande Guerra.
Era, además, autor de un
proyecto de colonización italiana en América del Sud, por lo que, el Gobierno
Italiano, lo envía a la Argentina desde abril hasta octubre de 1922.
Cabe decir que, como producto de estas y otras gestiones, el
7 de noviembre de 1924, el Ingeniero Felipe Bonoli adquiría 5.000 hectáreas de
tierra en nombre de la Compañía
Italo Argentina de Colonización, destinadas al desarrollo de una ciudad. Así
se fundaba Villa Regina en Rio Negro.
En ese
marco, el Commendatore Faustino Ripamonti, amigo personal de Enrico Caviglia,
lo invito a visitar Rafaela que, en ese periodo, claramente presentaba un grado
de desarrollo muy elevado distinguiéndose en toda la Región.
En los
Grandes Almacenes Ripamonti podía encontrarse desde un alfiler hasta camiones, maquinaria
agrícola, automóviles, heladeras, cocinas, bazar, ferretería, electricidad, semillas,
materiales de construcción, mueblería, comestibles, vinería, zapatería, joyas, sastrería,
telas de todo tipo y mercería, entre muchos otros.
Pero
Ripamonti no era solo un comerciante exitoso, sino una persona de bien
comprometida con la ciudad y su gente. Nunca se dedico a la política partidaria
pero se dedico a fortalecer instituciones sociales y educativas como la
Sociedad Italiana “Vittorio Emanuele II” y la Escuela Bilingüe “Dante Alighieri”.
Gracias
a su generosidad y la de su familia, la ciudad cuenta con su Iglesia Catedral,
el reloj Floral de Plaza 25 de Mayo y el mástil frente a la Jefatura que,
lamentablemente, se desplomo durante la fuerte tormenta del pasado 1° enero.
A este gran
emprendedor y filántropo la ciudad le debe mucho, sin embargo tengo la sensación
que no ha sido debidamente reconocido como lo merecía su dilatada trayectoria y
accionar en beneficio no solo de Rafaela sino de la región.
Basta
ver el deplorable estado del edificio y su recova –declarados bienes protegidos del
patrimonio urbano- sobre el que sobrevuela la velada intención de “dejarlo
venir abajo” paulatinamente, de manera tal que resulte inevitable su demolición.
Por supuesto aduciendo “razones de seguridad”.
Si esto
sucediese, como todo parece indicar lamentablemente, se cometería la peor
ofensa a la memoria de Don Faustino Ripamonti y su familia. Esperemos que esto
no suceda y que el edificio y su recova, que constituyen las facciones únicas del
rostro de nuestra ciudad, sean recuperados para la memoria como testimonio de
la edad de oro de nuestra ciudad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario