"Escribid con amor, con corazón, lo que os alcance, lo que os antoje. Que eso será bueno en el fondo, aunque la forma sea incorrecta; será apasionado, aunque a veces sea inexacto; agradará al lector, aunque rabie Garcilaso; no se parecerá a lo de nadie; pero; bueno o malo, será vuestro, nadie os lo disputará; entonces habrá prosa, habrá poesía, habrá defectos, habrá belleza." DOMINGO F. SARMIENTO



sábado, 18 de mayo de 2013

EVITA DESCANSA AQUI O EN ITALIA?

Por Jorge Alberto Garrappa


Primer episodio


Dudar sobre esta aparente obviedad puede parecer una locura o, simplemente, una h
ipótesis de ciencia ficción.
De hecho, la gran mayoría de los argentinos "saben" o "creen saber" que la momia de Eva Perón -embalsamada por el Dr. Pedro Ara- está en el fondo de la cripta "Arrieta", en el Cementerio de Recoleta, en Buenos Aires.
Por ello, el mausoleo de la familia Duarte, se ha convertido en objeto de veneración de los muchos seguidores de Evita, así como punto turístico obligado para cualquiera que venga desde el extranjero a visitar la capital del Estado argentino.
Entonces ¿por qué titular así este artículo?

Sencillamente porque, aún hoy, el misterio y la fantasía sobrevuelan la mítica y legendaria Capitana de los Descamisados, desaparecida en 1952.


La historia oficial

El cuerpo de Eva Perón era un equipaje demasiado incómodo para los gobiernos militares y pseudo-militares de la Argentina.

Después de su muerte, Perón ordenaba que el cuerpo de Eva Duarte fuese embalsamado, tal como ella lo habia pedido.

La riesgosa tarea era confiada al tanatologo -de origen español- Dr. Pedro Ara. Este aseguraba haber restaurado la momia de Lenin, lo que le había conferido fama mundial, fuese cierto o no.

Durante trece días consecutivos, el cuerpo de Eva -envuelto con un lienzo y la bandera nacional- cuidadosamente peinada y maquillada, era expuesto al público.

Inmediatamente después de las exequias, el Dr. Ara comenzaba su trabajo que iba a finalizar un año después.

Precisamente en julio del '53, los restos mortales de Evita eran colocados sobre un lecho de seda -cubierto por una campana de vidrio- en una habitación enteramente cubierta de flores, en la sede de la CGT.

El 16 de septiembre de 1955, Perón era derrocado por un golpe de Estado y comenzaba el largo peregrinaje del cuerpo embalsamado de la Santa de los Descamisados.

En tanto, el general iba al exilio y, el presidente provisional general Eduardo Lonardi, se veía obligado a "designar a los doctores Nerio Rojas, Julio César González Lascano y Osvaldo Fustinoni para constituirse en comisión con el fin de proceder a efectuar un estudio médico-legal sobre el cuerpo embalsamado de Doña María Eva Duarte Perón, que se encuentra en el local de la Confederación General del Trabajo e informar al suscripto si es o no un cadáver, debiendo, en caso de positividad, proceder a su identificación".

Este decreto ponía en duda claramente que, en la CGT, se encontrase el verdadero cuerpo de Evita y daba poder a la comisión para que -en caso de necesidad- requiriese la colaboración del Dr. Ara.

Mucho se ha dicho sobre las conclusiones de esta comisión, incluido la toma de una serie de radiografías del cuerpo, por parte del radiólogo ítalo-argentino Guido Gotta. En ellas, se muestran parcialmente los huesos de las manos y los brazos del cadáver de la esposa del General Perón.

Sin embargo, la presencia de Evita, seguia siendo muy preocupante por cuanto, Pedro Eugenio Aramburu -a cargo de la presidencia del país- decidía deshacerse de ese cadáver incómodo y peligroso.

Después de increíbles tejes y manejes realizados con el cuerpo, por parte del coronel Moori Koenig, Aramburu encarga al jefe del Servicio de Información del Ejército (SIE), coronel Héctor Cabanillas, sacar el ataúd del pais.

Con la ayuda de la Iglesia Católica, el cuerpo de María Maggi Viuda De Magistris se embarcaba en el vapor "Conte Biancamano" con destino a Génova.

Para esta operación Cabanillas contaba con la colaboracion del suboficial Manuel Sorolla –en el papel de Carlo Maggi, hermano de la fallecida- y el mayor Hamilton Díaz, actuando como el viudo, Giorgio Magistris.

Estaban en conocimiento de la Operación Nuez” aparte del coronel Cabanillas, el sacerdote Don Penco -y su sucesor en la Compañia de San Paolo, Don Giulio Madurini-, los Papas Pío XII y Juan XXIII, el general Pedro Eugenio Aramburu y el entonces jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo, mayor Alejandro Agustín Lanusse.

El Presidente Aramburu recibia el sobre conteniendo las instrucciones para la recuperación del cadáver y lo entregaba a un notario para que sea abierto sólo un mes después de su muerte.

Los Montoneros, en la mañana del 29 de mayo de 1970 -mientras se festejaba el Dia del Ejercito- secuestraban a Aramburu, lo juzgaban, lo condenaban a muerte y lo ejcutaban. enseguida emitian un comunicado anunciando que los restos del General asesinado serian entregados a la familia solo cuando reapareciese el cuerpo de Evita.

La policía, sin embargo, encontraba el cuerpo del ex presidente y el notario efectivizaba entonces la tarea encomendada, entregando el famoso sobre al nuevo presidente: general Alejandro Agustín Lanusse.

Este, a sugerencia de Francisco Manrique, encargaba nuevamente al coronel Cabanillas trasladarse a Italia, encontrar a Don Penco y recuperar el cadáver.

En noviembre de 1971, del jardín 41, lápida número 86 del Cementerio Monumental de Milán, Cabanillas y Don Madurini – que sustituía a Penco desde su muerte- desenterraban el cuerpo de una mujer "italiana", emigrada en Argentina, muerta accidentalmente en Santa Fe en 1956: Maria Maggi Viuda de Magistris .

Poco después y mediante otro complejo operativo internacional, el ataúd conteniendo el cuerpo embalsamado de Eva Perón, era entregado a su esposo, en España.

Solo cuatro meses después de la muerte de Perón, el 17 de noviembre 1974, Evita regresaba a su país desde el exilio español.

Después de una "necesaria restauracion”, Evita era expuesta por primera vez en la Residencia de Olivos y, con el advenimiento de la dictadura de Videla, su cadáver era entregado a sus hermanas que lo sepultaban en la cripta Arrieta -apellido del marido de su hermana Elisa- en el Cementerio de la Recoleta. Una placa recuerda su nombre: EVITA.

Hasta aquí, un resumen de la historia oficial.