"Escribid con amor, con corazón, lo que os alcance, lo que os antoje. Que eso será bueno en el fondo, aunque la forma sea incorrecta; será apasionado, aunque a veces sea inexacto; agradará al lector, aunque rabie Garcilaso; no se parecerá a lo de nadie; pero; bueno o malo, será vuestro, nadie os lo disputará; entonces habrá prosa, habrá poesía, habrá defectos, habrá belleza." DOMINGO F. SARMIENTO



viernes, 8 de febrero de 2019

MEMORIAS EN BRONCE

De Jorge Garrappa Albani

MANUEL BELGRANO


LA SOCIEDAD ITALIANA
VITTORIO EMANUELE II

ADHIRIENDO

AL HOMENAJE PERPETUADO EN EL BRONCE
QUE HOY LA SOBERBIA GENOVA
RINDE AL PATRIOTA Y CONDUCTOR INSIGNE

DEDICA

RAFAELA 12 DE OCTUBRE 1927



En 2012 se conmemoro, en todo el país, el bicentenario de la creación y jura de la bandera nacional, junto a las barrancas del Paraná, donde hoy se encuentra el Monumento Nacional a la Bandera en la ciudad de Rosario, el 27 de febrero de 1812.
En ese “Año de homenaje al doctor Manuel Belgrano” hubo celebraciones en cada localidad y Rafaela no fue la excepción.
El Archivo Histórico Municipal expuso, por aquellos días, dos “Notas de la historia”, relatando los vaivenes que hubo en relación tanto al emplazamiento del mástil como al del monumento a Manuel Belgrano.
Con relación al mástil, en 1936, luego de concursos, maquetas y opiniones de los vecinos se decidió construir el mástil a la bandera –de hormigón- en el centro de la Plaza 25 de mayo en lugar de su actual emplazamiento frente a la Jefatura de Policía.
Aquel mástil finalmente fue demolido en 1945 y se tardaron solo 140 días para reemplazarlo. Doña Luisa Fasino de Ripamonti, viuda del “Commendatore” Faustino Ripamonti, donó un mástil metálico, similar al construido en la ciudad de Rosario, para ser emplazado en una plazoleta frente a la Jefatura de Policía.
No menos vaivenes tendría que soportar el creador de la bandera y conductor victorioso de los ejércitos de Tucumán y Salta.
En 1910, durante el año del Centenario de la Revolución de Mayo se inauguró en la plaza principal el busto a Manuel Belgrano. Sin embargo algunos historiadores afirman que se una reinauguración pues ya había sido inaugurado en 1907.
Durante la administración del Intendente Zobboli, entre 1925 y 1927 se modernizó la Plaza 25 de Mayo y debido a las reformas el monumento fue trasladado del centro de la plaza al cantero que da sobre la parte este de la vereda de Bulevar Santa Fe. En su anterior lugar se construyó la caja armónica.
En 1950, el monumento a Belgrano volvería a ser reubicado, esta vez en su ubicación actual, mirando al mástil de la bandera, frente a la Jefatura de Policía de la ciudad.
Descriptas las mudanzas injustificadas del busto a Belgrano, nos vamos a enfocar en el motivo de esta crónica: la placa de bronce de la colectividad italiana de Rafaela.
Es que es extensa la lista de italianos que participaron, antes y después de 1810, en el proceso de independencia nacional.
Baste recordar algunos de ellos como Berutti y la Primera Junta de Gobierno que, sobre un total de nueve miembros, cuatro eran italianos: Passo, Castelli, Alberti y Belgrano.      
En efecto, la gran colectividad italiana a través de su institución madre, la Società Italiana di Mutuo Soccorso “Vittorio Emanuele II” se hacía presente en cada evento cívico-social de trascendencia y este lo ameritaba como pocos.
Se trataba de homenajear al patriota de sangre ligure, hijo de Domenico Belgrano Peri nacido en Costa de Oneglia en Provincia di Imperia.
Este reconocimiento de la colectividad italiana de Rafaela en el bronce se realizo no por casualidad el 12 de Octubre de 1927. Ese dia se recordaba un nuevo aniversario de la llegada de Cristoforo Colombo a América, en 1492.
La Vittorio Emanuele II encontraba en Manuel Belgrano, casi de manera premonitoria, una fuerte referencia de la inmigración peninsular que ayudaba decididamente a construir la segunda Patria de los italianos: la Argentina.
Estas primeras señales cuajarían más adelante al decidir que el 2 de junio, día del nacimiento de Manuel Belgrano, en 1770, seria declarado Día del inmigrante italiano mediante la Ley Nacional Nº 24561.

domingo, 3 de febrero de 2019

UNA FOTO...MIL HISTORIAS

Por Jorge Garrappa Albani

En esta foto de la campaña 1924-25, se puede ver la estructura montada -en Colonia Rosa, Provincia de Santa Fe- por mi abuelo lombardo, Pedro Pablo Albani.
Su objetivo era asistir a los colonos del distrito en la trilla y cosecha de granos.
A la Izquierda, de pie sobre el tractor ingles “Clayton & Shuttleworth”, el nono Pietro. Inmediatamente a su derecha, el “foguista” Guerino Succhiatti y el “foguin” Carlos Lione. En lo alto a la derecha, los “plancheros” Nicolas Diffardin y Cesar Degano. Sobre el vagón cocina el “cocinero” Vitale y su ayudante España. Debajo a la izquierda, los Hermanos Juan y Esteban Ghione, los colonos propietarios del campo. A su derecha, de pie, los “horquilleros” Salvador Lovaiza, Patricio Enriquez, Ermenegildo Leguizamon y Borja Mansilla. Delante del tonel de madera, el “aguatero” Natalio Seli. A su derecha, el “Bolsero” Asunción Bravo, el “Palero” Demencio… y el “Costurero” Cornelio Zalazar. Completan el cuadro varios niños y operarios no identificados.
Ciertamente, la fotografía, pone de manifiesto muchísimas historias, una de las cuales quisiera exponer.
En primer lugar quiero hacer notar que mi abuelo fue un visionario. Un pionero. Pedro Albani organizo e invirtió mucho dinero en un servicio privado esencial, para dar solución a las necesidades de los colonos de la zona. Creo una empresa de servicios agrícolas.
Un servicio de bajo costo, si se piensa que cada colono evitaba invertir en maquinarias y personal para levantar dos cosechas al año. 
Actualmente en Argentina las empresas de servicios agropecuarios son responsables de los altos niveles de eficiencia en el uso de la maquinaria como de los bajos costos de produccion de granos comparado con otros paises.
En segundo lugar, la eficiencia de la empresa dependía de dos factores: personal capacitado y tecnología.
Sobre el primero debo resaltar la integración. En efecto, supo hacer convivir dos culturas, la del “gringo” italiano y la del “criollo” argentino en una sola cultura, la del trabajo.
Cultura que hizo grande a la Argentina y que hoy lamentablemente se perdió por el “clientelismo” político.
El factor tecnológico era primordial para el éxito de tal emprendimiento. Pedro Albani vislumbro que el tiempo era determinante en la ecuación económica del proyecto. De modo que compro la mejor maquinaria que llegaba al país desde el exterior. 
La Clayton & Shuttleworth era una compañia de ingenieria ubicada en Stamp End Works. Lincoln. Lincolnshire (Inglaterra), creada en 1842 por Nathaniel Clayton y su cuñado Joseph Shuttleworth. entre otros paises exportaba equipos agricolas a la Argentina. mi nono compro uno de ellos y logro cerrar la ecuacion
Las otras novecientas noventa y nueve historias que cuenta la fotografía, quedarán para otra oportunidad.

una foto...mille storie

In questa fotografia della campagna 1924-25, si può vedere la struttura montata - a Colonia Rosa, Provincia di Santa Fe- dal nonno, Pietro Albani. L’obiettivo, assistere i fabbisogni dei coloni del distretto nella trebbia e raccolta dei grani.
A sinistra, in piedi sul trattore inglese “Clayton & Shuttleworth”, il “Macchinista” e proprietario, nonno Pietro. A destra, il “Fuochista” Guerino Succhiatti ed il “Fuochino” Carlo Lione. In alto sulla macchina, i “Plancieri” Nicola Differding e Cesare Degano. Sulla carrozza - cucina il “Cuoco” Vitale ed il suo l’aiutante, España. Sotto a sinistra, i fratelli Giovanni e Stefano Ghione, i proprietari della tenuta. A destra loro, in piedi, i “forchettai” Salvador Lovaiza, Patricio Enriquez, Ermenegildo Leguizamon e Borja Mansilla. Davanti al botte di legno c’è l’Acquattaio Natalio Seli. A sua destra, il “Borsaio” Asunción Bravo, lo “Spalaio” Demencio…ed il “Cucitore” Cornelio Zalazar. Poi ci sono dei vari ragazzi ed altri operai non identificati.
Certo, la fotografia, può racontare tantissime storie, una di loro vorrei esporre in seguito.
In primis voglio sottolineare che mio nonno fu un visionario. Un “pioniere”. Pietro Albani organizzo ed investi moltissimi soldi in un servizio privato essenziale, per dare risposta ai fabbisogni dei coloni della zona. Creo una azienda di servizi agricole.
Un servizio di basso costo, se si pensa ad ogni colono che poteva evitare d’investire in macchineria, ferramenta e personale per due raccolte l’anno.
Attualmente in Argentina le aziende di servizio agricola sono responsabili degli alti livelli di efficienza nell'uso delle macchine come dei bassi costi di produzione di grani a confronto di altri Paesi.
Poi c'era l'efficienza dell’azienda che dipendeva di due fattori, personale preparato e la nuova tecnologia.
Al primo posto è giusto sottolineare l’integrazione. Infatti, Pietro seppe fare convivere due culture diverse, quella del “gringo” italiano e quella del “creolo” argentino, in una sola cultura: quella del lavoro. Cultura che fece grande l’Argentina e che purtroppo si è persa per il “clientelismo” politico.
Poi Il fattore tecnologico era centrale in riguardo al successo del progetto. Pedro intravvide che il tempo era determinante nell'equazione economica. Ecco perché acquisto la miglior macchineria che c’era nel Paese.
La Clayton & Suttleworth era una compagnia d'Ingegneria localizzata a Stamp End Works, Lincoln Lincolnshire (Inghilterra). creata nel 1842 da Nathaniel Clayton e il cognato Joseph Suttleworth.
Tra l’altro esportava macchine agricole in Argentina. Mio nonno compro una di quelle e riuscì a chiudere l’equazione.
Le altre novecento novanta nove storie che racconta la fotografia, resteranno per un’altra opportunità.